La madera como material
Sostenibilidad en continuo crecimiento
La madera es la principal materia prima de Austria. Crece en el bosque, donde se reproduce de forma sostenible.
El país de los bosques
En Austria hay 4 millones de hectáreas de bosques. Es decir, un 47,6% de la superficie total de Austria está cubiertas de bosques. Por lo tanto, hay 1.100 millones de m³ de madera disponibles, además de los 31 millones de m³ de madera que vuelven a crecer todos los años y de los que sólo se utiliza dos tercios.
Tomar y dar
Desde hace 160 años, la silvicultura en Austria está regulada por una de las legislaciones forestales más estrictas del mundo. En el cuidado y la explotación de los bosques debe garantizarse la preservación actual y futura de la diversidad biológica, la productividad y la capacidad de regeneración. Austria es el único país de la UE que, a partir de una superficie de 1.000 hectáreas de bosque, obliga a sus propietarios forestales a emplear a silvicultores a tiempo completo con certificación estatal.
Certificación PEFC
El PEFC, el principal sistema de certificación forestal, tiene ya más de 20 años.
En tanto empresa certificada por el PEFC, nos sentimos orgullosos de ser parte de esta historia de éxitos y confiamos en seguir garantizando una explotación forestal sostenible y ecológica de los bosques de todo el planeta colaborando durante los próximos años.
Buen clima
La madera como materia prima es uno de los acumuladores de CO2 más importantes.
Además de su función recreativa y de explotación, el bosque contribuye por tanto en gran medida a la protección del clima:
durante su crecimiento, los árboles sustraen del aire el dióxido de carbono (CO2), un gas de efecto invernadero. El carbono permanece almacenado en los árboles, y el oxígeno se libera de nuevo al entorno.
Si no se utiliza la madera, el proceso de descomposición en el bosque libera carbono de nuevo. Gracias a la utilización de productos de madera como material de construcción, este carbono permanece almacenado en la madera durante muchos años, contribuyendo así a mitigar el problema del CO2.
En los bosques de Austria se almacenan 800 millones de toneladas de carbono. Esto equivale a unos 3.000 millones de toneladas de CO2 ligado, 35 veces la cantidad de CO2 generada anualmente en Austria.
Mosser fórmula climática
La madera tratada liga el CO2 y protege así el clima de forma sostenible.
Nuestra cantidad de madera procesada diaria fija una cantidad de CO2 a largo plazo que se corresponde con el peso de 333 hipopótamos.
Ecológica hasta el final
La madera no requiere un costoso proceso de eliminación al llegar al final de su vida útil.
Por ejemplo, mediante reciclaje o suprarreciclaje se crean nuevos muebles a partir de un antiguo entramado de tejado.
Cuando ya no es posible utilizar el material, se puede quemar la madera dándole así un aprovechamiento energético.
De este modo, al final solo se libera tanto CO2 como se retuvo al principio en el proceso de fotosíntesis.
Construir con madera
La madera es liviana pero fuerte y por eso tiene muchas posibilidades de uso. Es un material natural de alta prestaciones con diferentes grados de dureza y resistencia. Adecuadamente cortada y vuelta a unir, permite obtener modernos productos con mejores propiedades físicas constructivas y estáticas.
Las prácticamente ilimitadas posibilidades de diseño permiten realizar elegantes y llamativas construcciones.
Dado que la madera absorbe agua y respira activamente, crea todo el año un agradable clima ambiental.
La madera no se carga electroestáticamente y no conduce electricidad.
La madera tiene muy buenas propiedades aislantes debido a su baja capacidad de conducción del calor. Una pared de madera maciza de solo 10 cm de espesor tiene el mismo valor termoaislante que una pared de hormigón de 160 cm de ancho. Aun en el caso de una temperatura relativamente baja, se tiene la sensación de que la superficie de madera posee una agradable temperatura.
La madera puede mojarse, pero tiene que ser posible que se vuelva a secar. Si se respeta esto, la madera tiene una duración casi ilimitada.
La construcción con madera reduce la huella ecológica
Al cosechar madera del bosque y utilizarla como material de construcción se incrementa el efecto de protección climática del bosque. En sustitución de los árboles talados, crecen en el bosque nuevos árboles que vuelven a sustraer activamente CO2.
En comparación con las construcciones de materiales no renovables, las construcciones de madera tienen una huella de CO2 más de un 50 % inferior a lo largo de todo su ciclo de vida.
De este modo, la madera frena el aumento de CO2 en la atmósfera y reduce de forma demostrable el efecto invernadero.
La elaboración de productos de madera requiere mucha menos energía que la de productos de acero, plástico u hormigón. En consecuencia, también se ahorran recursos energéticos al utilizar madera.
Una casa unifamiliar promedio construida en madera requiere alrededor de 40 metros cúbicos de madera. En un solo día se regenera la cantidad de madera necesaria para 2160 casas de madera.
Mayor, más individual y más espectacular
Gracias a sus numerosas cualidades positivas y a su enorme potencial de desarrollo, la construcción moderna en madera está viviendo un momento álgido.
Incluso en espacios urbanos y en edificios de varias plantas se apuesta cada vez más por la madera como material.
La gran capacidad de adaptación de la madera derriba los límites de la fantasía arquitectónica.
La madera: un factor económico muy potente
300 000 personas viven de los bosques en Austria
La industria maderera es un ramo comercial de gran importancia y se cuenta entre los proveedores de empleo más importantes del país.
La reposición de la madera garantiza unos 300 000 puestos de trabajo en toda la cadena de creación de valor.
La madera garantiza puestos de trabajo en entornos rurales
La industria maderera es, con mucho, el mayor inversor en los entornos rurales.
Crea puestos de trabajo en el campo y en regiones con pocas estructuras.
Importante contribución a la creación de valor local
Las empresas del sector de la madera facturan en conjunto un valor de producción de 12 000 millones de euros al año.
Si se atiende al excedente para la exportación, la industria maderera es el segundo ramo más importante.
En algunas zonas, llega incluso a liderar el mercado.